Cuando la leas, me contestas por favor. Estuvimos en casa, pero no pudimos hablar. Últimamente andas algo meditabundo, en tus pensamientos. Sordo para el ruido ajeno, pero bien de oído.
Te quería decir que Alejandro se parece algo a tí. Tiene esa cara algo redonda que tenías de joven, no tiene nada de paciencia… y cuando lee un libro está inmerso en él, abstraído como tú, en medio de la historia. Por cierto, tu orla estaba en el cuarto de estar y te reconoció sin que nadie le dijera nada.
No hay muchas novedades, a nosotros nos va bien a todos. No es que vaya viento en popa o sean días de vino y rosas, pero tenemos el optimismo necesario para seguir adelante y reír de vez en cuando. Nos juntamos todos, estuvimos jugando en la piscina, revolviendo en la despensa y bebiendo los vinos que tenéis abajo. Diego se ha convertido en un “master chef “de hacer chuletas en la parrilla. Al final de la noche tiramos unos cohetes… y despertamos a medio barrio. Si te dicen algo, hazte el distraído.
He descubierto a J. Pla. Creo que había un libro suyo en la colección aquella de la editorial Salvat, la “Biblioteca Básica “. Deberías leer “El cuaderno gris”, te va a gustar seguro. Es una mezcla de la sencillez de pueblo con esa sapiencia vieja y algo descreída de los que llevan 80 abuelas en el mismo sitio. Hablando de la Biblioteca Básica, recuerdo que esa colección de libros a mí me parecía como la quintaesencia de la literatura universal. Yo no conocía a la mitad de los autores, pero el hecho de que fueran de todos los países me daba una impresión de amplitud inmensa. Leí algunos de esos libros, pero no tantos como debería. Ahí descubrí a Baroja (La busca), Edgar Allan Poe, Óscar Wilde (El Retrato de Dorian Gray), Ramón J. Sender (El Bandido Adolescente) y más tarde George Orwell (1984). Bueno que me voy por los cerros de Úbeda rápido.
Por lo demás ahí fuera las cosas siguen más o menos igual, las periferias siguen” dando por saco” como sueles decir, seguimos sin leer, pero eso sí vamos a futbol con fe irredenta. Casi se me olvida, una mala noticia… se ha muerto María Dolores. Hace poco contaba a mis amigos como solías poner sus canciones cuando hacías la ronda por los pueblos y nos llevabas de grumetes en el coche. Estos días de principio de verano el campo en Yerri estaba precioso, con ese amarillo nuevo de julio cuando la cosecha está en plena vorágine. Estos son los días en los que se trabaja de lunes a domingo… y se mira al cielo para que esas pocas gotas no estropeen el grano. María Dolores estaba cantando “Fina estampa”.
Cuando vuelva seguimos hablando. Mientras tanto, un beso para tí y otro para la mamá