Cartas desde América (un huracán)

La costa sureste de Florida, con el corredor que va desde Miami a Boca Ratón es un lugar que aunque azotado en verano por el sol y la humedad se vuelve amable el resto del año. Eso no obsta para que en enero cuando hace 10 grados centígrados las señoronas saquen las pieles en un soleado y amable paseo invernal. En los años 60 y 70 Florida se convirtió en el destino preferido para vivir de los jubilados. Eso ha dejado profundas huellas tanto en la arquitectura como en las costumbres. Con las nuevas apps (Vrbo, Airbnb etc.) uno puede alquilar casas con piscina por un precio razonable. Es curioso ver lo que aquí llaman el diseño “mid century modern” que todavía pervive en muchas de estas casas. Son casas rectas con dos habitaciones y la “florida room” que está entre la cocina y el garaje mirando al jardín con piscina en la parte posterior de la casa. Lo cierto es que ese pequeño habitáculo de intimidad y piscina con parrilla para asar unas chuletas es todo lo que se necesita para acompañar al sol y disfrutar de unas vacaciones fantásticas en familia.

Otro aspecto curioso es el hecho de que muchos habitantes son originarios del nordeste, con sus manierismos y sus “bagels”. Esos comportamientos también se han trasladado a esta parte de Norteamérica y para bien o para mal uno se siente en casa cuando está en Boca (hay muchísimos neoyorquinos por aquí). Es por eso también que uno ve con frecuencia coches con matrícula de Florida en Nueva york, Connecticut o Boston. El estado de Florida es uno de los pocos que no tiene impuestos estatales, así que coches y demás son mas baratos. En este país hay tres tipos de impuestos sobre nuestro sueldo, los federales (de esos no se libra nadie), los del estado (estados como Florida o Tejas no tienen este impuesto) y a veces los de la ciudad (Nueva york lo tiene, es todavía mas caro vivir aquí). En la situacion económica actual de los Estados Unidos estados como Tejas o Florida se han convertido en lugares dinámicos y llenos de oportunidades. El valor de las casas ha subido porque ahora con Airbnb o Vrbo se puede sacar rentabilidad de una manera fácil y a distancia a la segunda residencia.

Al mismo tiempo en media hora de coche tierra adentro se llega a los “everglades”. Esto es una vasta área de marismas y manglares en el sur de Florida, parte del cual es un parque nacional. Es una tierra inhóspita y pantanosa anegada de caimanes y más recientemente de serpientes pitón birmanas (un problema nuevo y enorme producto de la inconsciencia de algunos coleccionistas de animales exóticos). Merece la pena una excursión de 30 minutos en uno de esos barcos que llevan las hélices detrás como un ventilador y navegan sobre los juncos como de puntillas… los juncos son sordos. El ventilador te lleva a los lugares donde los caimanes vegetan de día, con suerte el capitán de la embarcación molesta o despierta a uno y ves como merodea alrededor del barco. Es entonces cuando piensas… ¿quién me manda a mi molestar a este caimán?… pero todo sea por Facebook que este viaje me ha costado un quintal!

La comida es como todo aquí, variado, obviamente en Miami la comida cubana es algo que hay que probar, pero por ejemplo en Boca hay un restaurante vietnamita muy bueno (el Phở de ternera es delicioso). En Fort Lauderdale es divertido pasear por “las olas boulevard”, el Carlos III de Pamplona en los 70, con sus tiendas elegantes (nada comparado con West Palm Beach, eso son palabras mayores) y restaurantes decentes sin llegar al entusiasmo culinario que uno pide a semejantes precios. De las olas uno baja hacia el mar y allí es donde se ven esas mansiones que tienen el barco aparcado en el canal y Rolls en la puerta, no es broma. ¡Hoy compro lotería!

Miami es otro mundo que contare algún día. Por cierto, mientras estábamos por allí el huracán Dorian decidio remover los árboles del caribe, algo doloroso para las Bahamas. Un día voy a poner gasolina al coche y veo que hay cola, que raro. Mas tarde vamos al supermercado y … el agua embotellada se ha agotado. ¿Pánico o prudencia de los locales? En cualquier caso, adelantamos el avión, pero solo encontramos billetes desde Orlando… bueno pues nos vamos a Orlando (Que bonito es Disney…) y para casa.

¡Y hasta aquí!